Los responsables son los muertos

 


Algú ha escrit, diuen que l'arquebisbe emèrit de Tánger però això no m'importa, el text següent que faig meu i que us vull comunicar aquí:

No preguntes cuántos son los que murieron, tampoco cuántos han sido los heridos. "Centenares", dicen. Cien arriba, cien abajo, ¿a quién importa? No preguntes cómo murieron. No preguntes si estas muertes fueron evitables. No preguntes por responsabilidades en ese crimen contra unos jóvenes africanos sin derechos y sin pan. No preguntes. La culpa es de los muertos. Los violentos son los muertos. Los responsables son los muertos. Las autoridades de los pueblos sólo pueden felicitarse de haber conseguido que los violentos estén muertos, que los sin derechos estén muertos, que los sin pan estén muertos.

Y se felicitan, y se aplauden, y se animan a continuar matando a jóvenes africanos sin derechos y sin pan. Y el periodismo calla: no denuncia; ni siquiera informa. Y la conciencia calla: como si Alá bendijese a quienes matan pobres; como si a Dios no importasen los pobres que asesinamos; como si los dueños del poder que nos oprime fuesen también los dueños de nuestros derechos, de nuestro pan, de nuestras vidas.

Yo no puedo decir que los responsables de esas muertes son los Gobiernos de España y Marruecos; yo no puedo decir que los Gobiernos de España y Marruecos tienen las manos manchadas de sangre; yo no puedo decir que los Gobiernos de España y Marruecos llenan de víctimas un frío, cruel, prolongado e inicuo corredor de la muerte. No lo puedo decir, pero lo puedo pensar, y es lo que pienso.

Adoradores del dinero a un lado y otro de la frontera. Adoradores de la mentira a un lado y otro de la frontera. Violadores de pobres a un lado y otro de la frontera. Herodes y Pilato se han puesto de acuerdo para matar a Jesús. A un lado y otro de la frontera Herodes y Pilato se han puesto de acuerdo para matar a ese "Dios para Dios", que son los pobres. 

 

Comentaris

Anònim ha dit…
Primerament, la nostra indignació davant uns fets tan monstruosos com aquests em sembla molt sana. Molt greu la malaltia de qui ni a això no arriba.
Però, alerta, aquesta nostra indignació ja està prevista i saben que després de les tamborinades torna ràpidament la calma que els permet anar endavant en els crims.
Una resposta real a tot això passa necessàriament per la revisió de les nostres actituds i de les nostres complicitats. De fet, no és solament una qüestió d'irresponsabilitat i de maldat d'un parell o tres de polítics d'alt nivell: la qüestió ens afecte a tots i de maneres molt diverses en som plenament còmplices. Només prenent consciència d'això i actuant en conseqüència en el nostre viure quotidià podem obrir portes a un canvi real de les coses.